domingo, 5 de enero de 2014

Qué pexada que eres

Simplemente me hubiera gustado que las cosas se hubieran dado de otra forma, manera, de otro modo distinto, y no como se dieron. Me hubiera gustado seguir pensando que eras como te pensé, como te pensaba. Como te extrañaba creyendo que quizás tú también me extrañabas a mí, al menos un poquito. Pero no. Me confundí, nos confundimos, y eso fuimos, confusión. O quizás nunca fuimos nada. No sé, dímelo tú. Igual fue linda la tarde que me regalaste, gracias por eso, ojalá hubiera sido mucho tiempo más, ojalá hubieran sido días, tardes y noches, amaneceres y atardeceres, ocasos, la playa, el sol, la luna. Me hubiese gustado explorarte más y extrañarte menos, me hubiese gustado que sintieras lo mismo que siento yo por ti. Para terminar, aunque sea improbable que suceda, si algún día llegas a leer esto, quiero que sepas que eres una pexada y que te quise, mucho, pero así, en pretérito. Chau jiji.